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Aunque soy de las que piensa que el cambio de año, no es más que pasar de un número a otro en el calendario y que la evaluación de resultados debe ser una tarea constante…
Cada vez que acaba un año y empieza otro se escuchará hablar por todos lados sobre nuevos propósitos tanto a nivel personal como profesional.
En el caso de tu alojamiento, inevitablemente hay que enfocarse en tener claro los objetivos que deseas alcanzar durante el próximo año.
Aunque sea un tema muy gastado, es indispensable hacerlo, sobre todo porque si sigues realizando las mismas acciones obtendrás los resultados que has tenido hasta ahora.
Da igual que éste año para ti haya sido un excelente año o, por el contrario, pienses que tienes muchas cosas por mejorar, en cualquier caso, si eres de los que te va el rollo de la mejora continua 
, estoy segura de que querrás poner el foco en mejorar o implementar cosas nuevas.
Si queremos mirar al futuro, es imposible que no veamos hacia atrás, sobre todo con los años que nos han precedido: 2020 – 2021 en plena pandemia y el 2022, un año de recuperación para algunos hoteles.
Estos años han sido años sin precedentes, en los que la mayoría de hoteles, adaptaron la forma de vender sus servicios pues han tenido que:
– Cerrar y abrir el hotel, cosa que algunos no habían hecho nunca.
– Cambiar sus políticas en la confirmación y cancelación de las reservas.
– Modificar sus precios, servicios y adaptarlos a las nuevas necesidades de los huéspedes.
– Crear nuevos planes de alojamiento que se adaptaran a la nueva situación.
– Implementar protocolos sanitarios.
– Entre muchos otros cambios.
En términos generales, adaptarse a los cambios que dejó la pandemia e intentar sobrevivir en una situación totalmente distinta a la que normalmente se estaba acostumbrado.
Nuestro objetivo principal siempre estará enfocado en la venta del máximo número de habitaciones y servicios posibles.
Con lo cual, es momento de comparar el Forecast (previsión) que te habías planteado, con los resultados obtenidos hasta ahora y evaluar qué tal te ha ido, ¿Piensas que podrías haberlo hecho mejor para aumentar tus ingresos? ¿O quizás las circunstancias externas te lo han impedido?
En este punto es importante analizar el comportamiento que tuvo tu demanda durante las distintas temporadas del año.
Conocer qué segmento de mercado fue el que más visitó tus instalaciones y su comportamiento, es decir, cómo reservaba estas reservas, eran de última hora o con antelación.
Conocer la producción de cada canal, en tu caso ¿Es verdad que aumentaron las ventas a través de tu sitio web? ¿O tienes que potenciar tu canal directo para disminuir gastos de comercialización?
Qué pasó con las OTA’s (Online Travel Agencies), ¿aumentaron las ventas por las agencias de viajes online o por el contrario se vieron disminuidas?
Es decir, realizar un análisis de tu situación y a partir de allí tomar acciones a emprender para poder conseguir nuevos resultados.
No es un secreto para nadie que, a raíz de la Pandemia, los clientes se han vuelto aún más exigentes de lo que ya eran y que quieren recibir más que: “un servicio de alojamiento”.
El cliente actual busca ser el “protagonista” y el “eje central” del hotel. Desea que se le dé la importancia que necesita, busca tener a su alcance todo lo que requiere para vivir una experiencia inolvidable.
Quiere que le hagas sentir que, sin él, el hotel no funcionaría (aunque es así ;)), quiere que se lo dejes claro en todo momento. Esto parece un poco exagerado, pero es la realidad, te hablo desde mi experiencia personal.
Por lo tanto, cada vez son más y más exigentes en sus reservas, con lo que desean encontrar y con los servicios del hotel.
Esta situación debería hacer que los establecimientos estén en una lucha constante por ofrecer un mejor servicio y buscar la manera de ser los elegidos por los futuros huéspedes a la hora de reservar.
Una vez que hayas analizado tu situación de años anteriores y sobre todo los resultados de éste, deberías poder ver con claridad los objetivos que quieres alcanzar para el próximo.
Lo importante aquí es que podamos aprender de esta gran experiencia que, para bien o para mal, nos ha afectado a todos.
Y, a partir de allí establecer ese Plan de acción que llevaremos a cabo para lograr, en definitiva, organizarnos al inicio de un nuevo año, administrar lo mejor posible nuestros recursos humanos, económicos y sobre todo para tener un propósito claro: ¡MEJORAR LA RENTABILIDAD DE NUESTRO HOTEL!
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